Son 10 niños en diferentes cruceros los que reciben estas clases y a los que les reparte cuadernos y lápices
La profesora Yemima se sienta en este camellón en el centro de la ciudad de Querétaro y ahí entre el tráfico y el sonido de los autos, reúne a niños en situación de calle para enseñarlos a leer y escribir.
“Hicimos un proyecto que está encaminado a hacer soñar a los niños y poder cambiar su situación de calle. No tenemos un horario, es un acto voluntario y nos acomodamos con amor a lo que ellos nos puedan brindar para despertar un poco de conciencia y analizar com la situación y de esta manera generar educación”, destacó Yemima Peláez Cruz, licenciada en Pedagogía y Educación Especial.
Para estos pequeños, el regreso a clases virtuales está fuera de su realidad. No hay televisión y mucho menos computadoras para seguir a distancia los estudios.
“A partir de la actividad que estoy realizando el sentido que yo le daba era que en el semáforo se aprende pues es en el sitio que me estoy ubicando y los niños están aprendiendo, entonces de ahí surge la idea del semáforo se aprende”, insistió Yemina.
Son 10 niños en diferentes cruceros los que reciben estas clases.
“Mis compañeros empezaron a escribir sus nombres y así y ya agarró y yo así no sabía muy bien qué onda, y ya agarraron y me dijeron es que les estamos dando clases”, refirió Jaqueline, menor vendedora de dulces.
Con una mochila en la que carga cuadernos, lápices y colores, esta maestra asegura estar decidida a cambiar la vida de estos pequeños, a quienes les ve potencial para el futuro.
“Jaqueline la de la canasta de dulces la veo como chef a ella la veo como chef, hay muchos niños que dicen quieren ser policías municipales o maestros”, concluyó la licenciada en Pedagogía y Educación Especial.
Con información de Bertha Alfaro
