Estrés puede desencadenar problemas de salud severos

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Se puede caer en estados ansiosos que se acompañan con mareos, contracturas, taquicardia, falta de respiración

San Luis Potosí, SLP.- El estrés constante de una vida acelerada, con el tiempo puede desarrollar trastornos de ansiedad, alertó María Genoveva Moreno Torres, psicóloga de la Clínica Psiquiátrica Dr. Everardo Neumann.

En los episodios cotidianos de estrés, el cuerpo se pone en alerta para resolver las problemáticas que se van presentando en el transcurrir del día, sin embargo, se tiene que tener cuidado, pues se pueden desencadenar problemas más severos, como algún trastorno de ansiedad, que puede comprometer la funcionalidad del paciente, advirtió la especialista.

“El estrés es un factor que puede detonar a una crisis de ansiedad o trastorno de ansiedad […] es un estado de tensión que comúnmente se siente durante el día, es cuando todos los sentidos se saturan para tratar de resolver el problema que se está presentando”.

Cuando el estrés es común en la vida de las personas, se puede caer en estados ansiosos que se acompañan con mareos, contracturas, taquicardia, falta de respiración, hormigueo y dolor en las extremidades.

“Cuando nuestra vida ya se está viendo afectada físicamente, cognitivamente porque estamos constantemente teniendo pensamientos acerca de eventos catastróficos, se está teniendo un desgaste a nivel mental”

El máximo nivel de ansiedad es padecer una crisis de pánico, este es un grado muy alto de ansiedad.

“Una persona que en un momento dado, como su cuerpo ya está en una alerta constante, el mismo cuerpo, el mismo cerebro manda estímulos de que hay una amenaza, entonces cuando estos estímulos están ahí, nuestro cuerpo reacciona con unas respuestas de huida o ataque”.

Son tan fuertes los síntomas fisiológicos que incluso los pacientes llegan a pensar que se puede perder el control e incluso que se va a morir.

“Es un miedo tan intenso que incluso llegamos a tener episodios muy intensos en donde nuestra misma mente nos puede jugar con trampas, incluso hasta sentir que ya no somos parte de nuestro cuerpo”.

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