Entre lágrimas y canciones de mariachis, y con un sentido reclamo de justicia, amigos y familiares de la pequeña Fátima, víctima de feminicidio a los siete años, así como habitantes de Tulyehualco, en la alcaldía Xochimilco, de Ciudad de México, acompañaron y sepultaron el ataúd blanco que transportaba los restos de la menor desaparecida el pasado martes 11 de febrero y hallada sin vida el domingo 16.
- El cortejo fúnebre con los restos de la menor Fátima fue llevado al Panteón de Santiago Tulyehualco, donde se escucharon las Golondrinas para despedir a la niña. De entre la multitud, destacaban los globos blancos.
Antes de dirigirse al camposanto, se ofició una misa en el domicilio en el que vivía la menor, en el que fueron constantes las pancartas en las que se pedía justicia para Fátima.
- El cortejo fúnebre hizo, luego de salir del domicilio, una escala en el colegio Enrique Rébsamen, de donde fue sustraída la niña de siete años.
Aunque los familiares de Fátima han declarado ante los medios de comunicación que no conocen a una mujer con las características físicas presentes en el retrato hablado, la menor fue entregada a ella porque la reconoció, aseguró la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy Ramos.
En rueda de prensa, la funcionaria afirmó que autoridades de la escuela aseguraron que siguieron el protocolo y entregaron a la menor a quien ella ya conocía.
La mañana de este martes, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México difundió un retrato hablado para ubicar a la mujer y ofreció una recompensa de dos millones de pesos a quien dé información importante que ayude a su detención.
Las autoridades escolares, lo que nos han manifestado es que ellos tienen sus protocolos, lo hacen a través de las mesas directivas, los vocales, etcétera, para que los niños sean recogidos por quienes deben serlo. En este caso, lo que nos informan es que la niña reconoció a esta mujer, por eso la dejaron con ella porque la reconocieron”. Ernestina Godoy.