Bahía Banderas y Compostela están exentos de la prohibición de vender bebidas alcohólicas porque la mayoría de sus visitantes son extranjeros.
Tepic, Nay. A unas horas de que inicie la ley seca en Nayarit, un nuevo acuerdo gubernamental exceptúa a los restauranteros y hoteleros de los municipios de Compostela y Bahía de Banderas de cumplir con dicho acuerdo; la decisión de que ellos sí puedan vender bebidas alcohólicas sin restricción alguna se basó en que ambos municipios, ubicados al sur de la entidad, cuentan “con afluencia mayoritariamente internacional de la Riviera Nayarit”.
La decisión que modifica al acuerdo tomado el pasado 7 de septiembre y que incluía a los 20 municipios sin excepción alguna de la ley seca, como una medida para frenar el avance en contagios del coronavirus, molestó a la presidenta municipal de San Blas, Candy Yesca Blancas, cuyo territorio fue excluido del acuerdo, aunque también es turístico, pero los visitantes en su mayoría son locales y no extranjeros.
“Informo al pueblo de San Blas (que) el día de hoy manifesté mi inconformidad al secretario de Gobierno y al secretario de Turismo por la desigualdad hacia un municipio que también es turístico y cuenta con servicios de hoteles y restaurantes, donde modifican un primer acuerdo dándole todas las garantías solo a los municipios de Bahía y Compostela para la venta de bebidas haciendo a un lado al municipio de San Blas”, pidió al gobernador de Nayarit, Antonio Echevarría García que reconsidere su decisión e incluya a su municipio en el permiso de venta de alcoholes.
El restaurantero tepicense Pepe Rosales Zenteno, a través de su muro personal de Facebook, puntualizó que el ordenamiento de ley seca que tendrá vigencia desde los primeros minutos del día 13 y se reactive la venta a partir del 17 de septiembre, incentiva el mercado negro y beneficia a funcionarios deshonestos además de que invita a que nayaritas de municipios no turísticos viajen a Bahía o Compostela para disfrutar de las bebidas alcohólicas, donde hay turismo de otras partes del país, teniendo un grado de mayor exposición al Covid-19.
La medida ha hecho enojar a todos los comerciantes de bebidas alcohólicas en cualquier modalidad, ya que tras varios meses de que sus negocios permanecieron inactivos por la pandemia, apenas comienzan a vender y de nuevo se les frena un ingreso que se veía como un repunte en las ventas. Los ciudadanos por su parte han hecho uso hasta de tarjetas de crédito en centros comerciales para abastecerse de cerveza principalmente y otros más de algunas botellas de vino y hacer algún festejo familiar en estas fiestas de Independencia.
Con información de La Jornada