Era una mañana de domingo y Carol Howarth estacionó su camioneta para hacer algunas compras en el Centro de Haverfordwest, en el oeste de Gales. Bajo y se dirigió a las tiendas, al regresar, no podía creer lo que veía: Su auto estaba completamente cubierto de abejas de la parte trasera.
Carol, como todos, sabe lo importantes que son las abejas en nuestro ecosistema y decidió llamar a la policía, los oficiales retiraron cuidadosamente a las abejas con una caja de cartón (no sin llevarse como recompensa algunas docenas de picaduras) y Carol se retiró tranquilamente.
Lo sorprendente es que al día siguiente el auto de Carol amaneció cubierto de abejas por lo que hubo que llamar a un grupo de apicultores que descubrieron que la reina había entrado al auto cuando Carol abrió la puerta, lo que provocó que toda la colonia la siguiera. ¿Qué te parece?
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