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De la tradición nórdica a la religión católica: este es el origen del árbol de Navidad

El árbol de Navidad es uno de los elementos más distinguidos, coloridos y en algunos casos, emocionantes durante esta temporada decembrina, pero te has preguntado ¿cuál es su origen, cuál es su significado y cómo llegó a México?


¿Árbol de Navidad, inspirado en la mitología nórdica?
Expertos afirman que el origen del árbol de Navidad proviene de una tradición anglosajona que paulatinamente se fue incorporando a la celebración cristiana.

Se sabe que, durante el solsticio de invierno, algunos pueblos germanos que profesaban una religión politeísta, basada en la mitología nórdica, celebraban la renovación de la vida adornando con antorchas un árbol llamado Yggdrasil, el cual se trataba de un fresno perenne y cuyo significado está relacionado con la vida o el universo.

La celebración se realizaba el 8 de diciembre, cuando se atribuye al nacimiento de Frey, dios del Sol y fertilidad, colocando toda clase de adornos al Yggdrasil.


Para la mitología nórdica las raíces y ramas de este árbol mantiene unidos a diferentes mundos.
Para esos pueblos, la copa de este árbol representaba la morada de los dioses, mientras que las raíces al reino de los muertos. Por otra parte, era adornado con antorchas que representaban a la Luna, al Sol y las estrellas.

Durante la evangelización de estos pueblos por San Bonifacio, quien también es reconocido como al patrono de los cerveceros y sastres, el mítico árbol tomo otro significado.

¿Cuál es el origen árbol de Navidad?
Se dice que un evangelizador inglés, San Bonifacio, discutía con otras personas sobre el valor sagrado de este árbol.

Existen múltiples versiones sobre el origen del árbol de Navidad; sin embargo, una de ellas dice que San Bonifacio cortó el Yggdrasil o árbol de la vida y plantó en su lugar un pino.

Una vez hecha esta acción, San Bonifacio comenzó a adornarlo con manzanas y velas.

Las manzanas representaban el pecado, mientras que las velas eran una representación de Jesucristo.
Esto habría ocurrido alrededor de las primeras décadas del siglo VI. Una vez establecida esta práctica, los germanos conversos retomaron la idea para expandir el cristianismo en sus tierras.

A través de la guerra y las conquistas, la tradición del árbol de Navidad se expandió por toda Europa hasta llegar al continente americano.


¿Qué significa el árbol de Navidad?
El árbol de Navidad tiene un significado religioso, ya que es la representación del Paraíso, en donde se cuenta que Adán y Eva comieron de los frutos prohibidos, dando origen así, al llamado “pecado original”.

También, el árbol de Navidad sirve para recordar que Jesús vino a la Tierra para conseguir la reconciliación.

Su forma es una representación de la Santísima Trinidad y sus colores simbolizan las diferentes oraciones de Adviento. Sus colores significan:

Azul: reconciliación
Plata: agradecimiento
Oro: alabanza
Verde: abundancia y naturaleza
¿Y qué significan las esferas en el árbol de Navidad? para la religión católica, las esferas representan los rezos que se realizan durante el período de Adviento.

En tanto, la estrella que se coloca en la punta del árbol simboliza la fe que debe guiar la vida del cristiano.

El árbol de Navidad debe poseer entre 24 y 28 esferas, de acuerdo con los días que tenga el Adviento, que se van colocando desde el 8 de diciembre y hasta Nochebuena.

¿Por qué le ponemos luces?
Las luces como adorno encuentran su origen en una idea del protestante Martín Lutero. Según se transmitió entre las generaciones, una noche el reformista caminaba hacia su casa cuando notó que el brillo de las estrellas iluminaba los árboles cercanos. Como quedó encantado con esa escena intentó reproducirla en su casa. Para ello, colocó un pino en la habitación principal y le puso alambres para sostener velas.

¿Cómo llegó a México?


Esta tradición comenzó a replicarse en diversas partes de México, primero en las zonas urbanas para luego, con el tiempo, convertirse en una costumbre. | Foto: Getty Images
La tradición del árbol de Navidad habría llegado a México durante la época de Maximiliano de Habsburgo (1864-1867).

En diciembre de 1864, la aristocracia mexicana que asistía con frecuencia al Castillo de Chapultepec quedó maravillada con la belleza de un árbol repleto de ramas con diversos adornos para festejar la Navidad.

Ninguna mujer u hombre opulento en México había visto hasta entonces algo semejante, pues, aunque el árbol de Navidad años atrás ya había sido nombrado por la iglesia católica como “árbol de Cristo” y reconocido como parte de las celebraciones navideñas, la costumbre de colocarlo apenas había llegado a Europa y norte de América.

Después del fusilamiento de Maximiliano, las costumbres fomentadas por este emperador y su corte fueron desprestigiadas; así el pueblo dejó de decorar árboles en la Navidad.

Para la Navidad de 1867 ya no se colocó porque seis meses atrás Maximiliano había muerto fusilado en Querétaro, con lo que el imperio había llegado a su fin.

Posterior a este episodio todas las modas europeas traídas por los emperadores fueron mal vistas en México, así se fue olvidando por unos años la colocación de un árbol de Navidad por la aristocracia, hasta que en 1878 el general Miguel Negrete, colocó uno de estos en su propia casa, lo que cautivó a propios y extraños, incluso a personajes relevantes de la prensa que comenzaron a difundir la noticia.

Esta tradición comenzó a replicarse en diversas partes de México, primero en las zonas urbanas para luego, con el tiempo, convertirse en una costumbre que está prácticamente en todos los lugares del país.

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