Los conservacionistas indonesios aseguraron haber visto el mayor ejemplar de lo que se considera la flor más grande del mundo.
La gigante Rafflesia tuan-mudae avistada -una carnosa flor roja con manchas blanquecinas en sus enormes pétalos- mide 111 centímetros de diámetro.
Es más grande que otra avistada hace varios años en los bosques de Sumatra occidental que medía 107 centímetros.
Esta es la mayor Rafflesia tuan-mudae que se conoce”, dijo Ade Putra en la Agencia de Conservación de Agam, en Sumatra.
Asimismo, dijo que la agencia había comenzado a observar la rara planta parásita el 24 de diciembre de 2019, “y hasta este miércoles floreció perfectamente”.
La floración solo dura en torno a una semana antes de que empiece a marchitarse y pudrirse”, agregó.
La flor recibió el nombre de Rafflesia por el colonizador inglés Sir Stamford Raffles que vio una en Indonesia a principios del siglo XIX.
La especie crece en varios países del sureste asiático, incluido Filipinas donde se encontró una flor de 100 centímetros de diámetro.
La flor mimetiza el olor de la carne podrida para atraer a los insectos. Pero no es la única que tiene este olor. La Amorphophallus titanum indonesia, una flor en forma de falo, puede alcanzar tres metros de altura.
Los brotes de las Rafflesia tuan-mudae normalmente emergen donde la vid crece a lo largo del suelo, a diferencia de algunas de las otrasespecies de Rafflesia cuyos brotes pueden emerger de las vides que cuelgan en el aire.
Las flores se pueden encontrar en vides parecidas a lianas. Las semillas llegan a la planta huésped por un vector animal desconocido, entran en el tejido de la raíz y crecen dentro del tejido huésped por un período de tiempo indefinido antes de que se desarrollen durante nueve meses los brotes.
Tras este tiempo, se convierte en una flor gigante de color naranja a rojo. Se mantiene en plena floración durante solo 7 días. Las flores masculinas y femeninas solo pueden identificarse tocando bajo el disco central de las anteras, pero los expertos recomiendan no tocarlas porque son frágiles y pueden morir.
