El bisonte americano se extinguió en México en la primera mitad del siglo XX.
Luego de 100 años de su extinción en Coahuila, este estado vuelve a tener bisontes americanos en su territorio.
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A pesar de que Durango, Nuevo León, Chihuahua, Sonora y Coahuila fueron durante mucho tiempo santuarios del bisonte americano (Bison bison), la mano del hombre intervino y en la primera mitad del siglo XX se extinguió del territorio nacional.
Esta situación fue dolorosa, pues hace unos siglos su población mundial era de 30 millones, de acuerdo a estimaciones de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Algunas de las causas que pudieron contribuir a esta merma fueron las enfermedades, la destrucción de los pastizales donde estos animales habitaban y la caza.
Considerado el mamífero más grande del continente americano, su hábitat natural abarcaba Canadá, Estados Unidos y México. Su importancia era tal, que fue integrado a la cosmovisión de los pueblos originarios del norte.
Sin embargo, gracias al trabajo de órganos de gobiernos, sociedad civil, universidades, empresas privadas y organizaciones internacionales, los bisontes americanos se han ido reintegrando a sus antiguos hábitats.
Hace once años el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos donó 23 bisontes americanos a la Biosfera de Janos, en Chihuahua, donde se reprodujeron y ahora hay alrededor de 200 ejemplares.
Y ahora, una nueva manada de 19 bisontes americanos fue liberada en las Áreas de Protección y Fauna Maderas del Carmen y Ocampo, en Coahuila, para intentar repoblar la región.