En un sitio web para recaudar fondos, la pareja reunió 40 mil euros en tan solo 24 horas. El dinero sera destinado para el tratamiento del padre y su bebé.
Una pareja está adelantando su embarazo para que el padre del menor, quien fue diagnosticado con cáncer terminal, pueda abrazar a su bebé y conocerlo antes de que sea demasiado tarde.
Jamie Hunter y Beccy Flint se enteraron de que tendrían un bebé a mediados de 2019 y calcularon que nacería a finales de mayo de este año, sin embargo, en marzo de 2020 los planes de la futura familia cambiaron cuando a Jamie se le detectó un cáncer terminal.
En octubre de 2019, Jamie Hunter comenzó a tener síntomas extraños en su cuerpo que más tarde permitirían diagnosticarlo con cáncer de riñón.
Por desgracia tomó menos de un mes a este malestar propagarse al hígado de Hunter, por lo que médicos tuvieron que informarle que ya no existía cura alguna para su enfermedad.
Fue entonces cuando la pareja de Sutton Colfield, Reino Unido, tomó la decisión de alterar el tiempo de gestación de su bebé para apresurarlo y hacer posible que Jamie conociera a su hijo antes de morir.
Gracias a unos amigos, Jamie y Beccy comenzaron a recaudar fondos que cubrieran los gastos médicos y los cuidados del bebé, pues con el sueldo de profesor y entrenador que Hunter recibe no es suficiente ni para pagar su tratamiento.
Hasta ahora se sabe que el nacimiento del bebé se programó para el 10 de mayo de 2020 y que, de acuerdo a declaraciones del mejor amigo de Jamie, este “nunca podrá celebrar el primer cumpleaños de su bebé, enseñarle a andar en bicicleta y aprender a nadar o estar allí para su primer día en la escuela”.
Debido a su complicado estado de salud, los pronósticos no juegan a favor de Hunter, por lo que es muy probable que aún con la alteración del parto, Beccy deba dar a luz sola.
En crowdfunding, sitio en que los amigos de la pareja iniciaron la recaudación, se reunieron 40 mil euros de los 100 mil estipulados en tan solo 24 horas, lo que significó una gran esperanza para la pareja.
Jamie tiene 38 años y ha formado parte de muchas generaciones de futbolistas y estudiantes en su trabajo como académico y profesor. Quienes lo conocen aseguran que es una persona carismática y cariñosa, y que siempre recibe con una sonrisa en su rostro a quien se e cruza en el camino.
“Es el padrino de mi hija y mi mejor amigo. Sé que el dinero que recaudamos no lo mantendrá aquí. Si pudiera, lo devolvería todo. Pero pensé que deberíamos hacer todo lo posible para apoyar a Beccy y al bebé”, mencionó uno de sus mejores amigos identificado como Phil Taylor.
