El estudio demuestra que quienes no utilizan cubrebocas tienen poca empatía y un alto grado de insensibilidad
El uso del cubrebocas desde el inicio de la pandemia por Covid-19 ha estado en un continuo debate pese a que varios estudios han indicado que ayuda a reducir la transmisión de la enfermedad.
Ahora un nuevo estudio hecho en la Universidade Estadual de Londrina en Brasil, indica que quienes se rehúsan a seguir las medidas de seguridad como la sana distancia o no utilizar el cubrebocas, tienen una tendencia a ser sociópatas y desapegados de la sociedad.
Una encuesta realizada por el profesor Fabiano Koich Miguel y sus colegas a mil 600 personas en Brasil -uno de los países con mayor contagio por Covid-19 con 3.8 millones de contagios-, ha revelado que quienes se niegan a utilizar el cubrebocas y cumplir con el distanciamiento social tienen como característica la insensibilidad, el engaño y la manipulación, posibles signos de un sociópata.
Estas personas representan -según los expertos- un riesgo para la sociedad y para otros al no respetar las reglas pese a estar conscientes que los casos por coronavirus siguen en aumento.
Esta investigación hace eco a la ya antes publicada en Polonia en donde aseguraban que las personas psicópatas y narcisistas son más propensos a desobedecer las reglas para detener la propagación del Covid-19, tal y como se vio en la manifestación de Londres contra el uso del cubrebocas.
El estudio con pruebas de personalidad
Entre las preguntas realizadas en la encuesta hubo preguntas como: “¿Crees que es necesario usar una mascarilla/ distancia social/ lavarse las manos con más frecuencia?”. Aunado a esto, los encuestados tomaron varias pruebas de personalidad entre los meses de marzo y junio.
Los resultados se dividieron en dos grupos: el de ‘empatía’ con mil 200 personas quienes habían mostrado interés en comprender sentimientos y motivaciones de los demás, quienes también tenían tendencia a desarrollar interacciones sociales positivas con los demás.
En el otro grupo conformado con las 400 personas restantes, mostraron signos de trastorno de personalidad antisocial, mejor conocido como sociópata pues ellos resultaron a tener tendencias que pudieran ser beneficiosas de manera personal a través de la interacción con los demás.
Además era más probable que se sintieran “socialmente desapegados” y tuvieran un comportamiento hostil; estas mismas personas fueron quienes se negaron a usar cubrebocas y seguir las reglas de distanciamiento social al considerarlas “innecesarias” por lo que era más probable que no cumplieran con los protocolos para frenar el Covid-19.
Este mismo grupo tenían puntuaciones altas en insensibilidad, engaño, hostilidad, impulsividad, irresponsabilidad, manipulación; muy diferente a las del otro grupo quienes consiguieron puntuaciones altas en sentir empatía.