El confinamiento inhibe el deseo sexual tanto dentro como fuera de la pareja
Miércoles de bajón. De acuerdo con Antonio Bolinches, vicepresidente de la Sociedad Catalana de Sexología, el 20 por ciento de las parejas que han permanecido juntas durante el confinamiento, terminarán su relación después de la cuarentena.
El estudio apunta que el desgaste previo o decepción sobre la gestión de la crisis entre ambos, conllevará al rompimiento total. Esto, aunado a que el aislamiento inhiben el deseo sexual tanto dentro como fuera de la pareja, si no se cuidan cuestiones importantes como mantener la conexión.
El 20% de las parejas no sobrevivirán a la cuarentena
Pero el fenómeno podría no afectar a los más jóvenes, explica el psicólogo clínico y terapeuta de pareja, pues estos suelen ser más confiados que las parejas mayores, con respecto a sentir temor por un posible contagio que los lleva a ser evitativos y preferir la masturbación o el sexo cibernético.
“Del mismo modo que hay una crisis económica que tendremos que superar, también habrá una crisis de confianza con lo que respecta al contacto físico”
Antonio Bolinches, autor de El secreto de la autoestima.
Esto quiere decir que en el tiempo inmediatamente posterior a la crisis del Covid-19 sí habrá una repercusión no sólo en la sexualidad, sino en la afectividad. Así que, como pasará con la reapertura de negocios o espacios en donde suele haber aglomeraciones, en el ámbito sexual también cobra valor es la salud y la calidad de vida.
Así que, como pasará con la reapertura de negocios o espacios en donde suele haber aglomeraciones, en el ámbito sexual también se irán con cuidado, pues en situaciones críticas lo que cobra valor es la salud y la calidad de vida. En consecuencia, habrá divorcios, pues es probable que no sepamos manejar las crisis emocionales.
“El otro 80 por ciento se reparte entre los que se habrá fortalecido y el resto de parejas que habrán quedado tocadas por la frustración y ansiedad, pero irán recomponiéndose progresivamente, aunque necesiten terapia”, aclara Bolinches, sobre todo porque nadie nació con un manual sobre cómo gestionar la cuarentena, las salidas a la calle, el home office o el cuidado de los niños.