Cuatro gigantescas guacamayas hechas completamente con tapitas de plástico son parte del mural ecológico con el que Oscar Olivares, un artista venezolano, hace un llamado a la población sobre la importancia de salvar el planeta.
Olivares inició este mural ecológico con apoyo de la organización ambientalista local OkoSpiri y el Movimiento en la Arquitectura para el Futuro, y es considerado como el mural ecológico más grandes de Latinoamérica y el primero de su tipo en Venezuela.
En el mural ecológico de 43 metros de largo, el artista de 23 años plasmo, además de las cuatro guacamayas, el araguaney y cuatro grandes girasoles. Las montañas del parque nacional de El Ávila, que rodea la capital venezolana, también se hicieron presentes; así como un grupo de edificios que se pierde entre una verde pradera y un cielo estrellado y con dos pequeños platillos voladores, elementos característicos del trabajo reciente del pintor.
Para la realización de este monumental mural ecológico, que varía en su altura entre los tres y siete metros, se utilizaron más de 200 mil tapitas de plástico tanto de botellas de refresco como de envases de alimentos, y hasta medicinas, productos de aseo personal y limpieza.
Para conseguir toda esa cantidad de tapitas de plástico, se hizo la invitación a través de las redes sociales para que la población participara con el apoyo de MultiRecicla, empresa local que se dedica a recolectar y almacenar materiales reciclables.
La obra de arte que se aprecia en una de las entradas del barrio caraqueño de El Hatillo, Venezuela, costó unos 2 mil dólares; es decir, poco más de 37 mil pesos, según destacó María Daniela Velasco, fundadora de la organización no gubernamental OkoSpiri.
Después de dos meses de elaboración del mural ecológico, la fundadora de la organización que apoyó el proyecto afirmó que éste obedece a una forma de “protesta pasiva contra el consumo indiscriminado, exacerbado, de este tipo de materiales, como el plástico”.
“Sin darnos cuenta hemos naturalizado un material como el plástico que dura mucho más tiempo que nosotros en este planeta y que está contaminando en la actualidad a gran escala muchos de nuestros ecosistemas”, María Daniela Velasco, fundadora de la organización no gubernamental OkoSpiri.