Tras el aumento de contagios por COVID-19 alrededor del mundo, se ha producido una demanda de cubrebocas y mascarillas; sin embargo, no todas son efectivas para impedir la propagación de este virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de mascarillas y cubrebocas para aminorar el contagio de infecciones. No obstante, es importante saber que ningún cubrebocas ofrece una barrera totalmente infranqueable.
Los dos tipos de cubrebocas más usados son la máscara quirúrgica y la N95 o FFP2. Aquí sus características:
Cubrebocas quirúrgico
Son los usados habitualmente por la población.
Están hechos de un papel fino que apenas filtra el aire. Puede ser traspasado fácilmente por las partículas portadoras de los virus.
Su objetivo es evitar la transmisión de agentes infecciosos por parte de la persona que los lleva (protección en un sólo sentido), pues están diseñadas de dentro hacia fuera para evitar la diseminación de microorganismos presentes en la boca, nariz o garganta.
Máscaras N95 o FFP2
Son más profesionales, suelen ser usadas por el personal de salud.
Se adaptan a la forma de cada rostro, permitiendo un mejor sellado.
Filtran el 95% de las partículas en suspensión de 0.3 micras de diámetro, por lo que serían más eficaces frente al nuevo coronavirus (que principalmente se transmite por gotas respiratorias mayores a 5 micras).
https://twitter.com/AFPespanol/status/1222164676781342721
¿Cuándo usar cubrebocas?
La OMS aconseja utilizar una mascarilla sólo cuando:
Se presenten síntomas respiratorios, tos o estornudos.
Haya sospechas de contagio de COVID-19.
Se está al cuidado o en contacto con alguien que podría estar infectado.
Si no se presenta ningún síntoma, la mejor forma de prevenir el contagio es aumentar las medidas de higiene como el lavado continúo de manos, evitar saludar a las personas de abrazo y/o beso, y cubrirse la boca y nariz con el codo al toser o estornudar.
“Las personas que no presentan síntomas respiratorios no necesitan usar mascarillas porque no se ha demostrado que protejan a las personas que no están enfermas. Sin embargo, es posible que se utilicen en algunos países donde se ha instalado esta costumbre”
… aconseja la OMS.