Una de las peores enfermedades que aqueja a los humanos en la actualidad es el Alzheimer, ya que además de los daños sufridos por las personas diagnosticadas, sus familias ven mermada su calidad de vida. Esto podría ser cosa del pasado en dos años, cuando especialistas del Instituto de Medicina Molecular y la Universidad de California Irvine pongan a prueba la primera vacuna contra este padecimiento
De acuerdo con la Clínica Mayo, el Alzheimer es un trastorno progresivo que hace que las células del cerebro se consuman (degeneren) y mueran, por la acumulación de placas de beta-amiloide y ovillos neurofibrilares Tau.
Esto provoca una disminución continua de las habilidades de pensamiento, comportamiento y sociales, alterando la capacidad de una persona para funcionar de manera independiente en el mundo.
La vacuna ataca las concentraciones de proteínas Aβ y Tau
Un estudio realizado por el Instituto de Medicina Molecular y la Universidad de California Irvine, ha logrado una significativa disminución de la acumulación de Tau y amiloide en los cerebros de ratones modificados para segregar este tipo de proteínas.
De acuerdo con investigaciones previas, la acumulación de placas de beta-amiloide (Aβ) y ovillos neurofibrilares Tau, provocada por factores genéticos y ambientales, propicia la aparición de Alzheimer. Lo que se desconoce es cuál de las dos proteínas afecta más su desarrollo.
Ante ello, el estudio aplicado en ratones decidió atacar a ambas, con una mezcla de dos vacunas epítopos MultiTEP: AV-1959R y AV-1980R, dirigidas a Aβ y Tau, respectivamente, y formuladas en Advax CpG, a potente adyuvante de polisacárido.
El tratamiento ya había sido probado, pero en una etapa errónea
Los autores del estudio señalaron que dichas terapias ya habían sido probadas con anterioridad en humanos, sin embargo, su aplicación se hacía cuando la enfermedad se encontraba en etapas avanzadas por lo que no se obtenían resultados positivos.
La vacuna no curaría el Alzheimer, sólo lo prevendría
Los investigadores destacaron que este tratamiento sólo es eficaz como una medida de prevención, ya que al aplicarse antes de que comience el deterioro cognitivo, produjo una reducción importante en las dos patologías distintivas de AD en ratones biógenos.
Pese a los buenos resultados, los investigadores apuntan que los resultados en humanos todavía son inciertos.
