Los efectos serían más devastadores que las 45 mil 42 muertes y
El director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, advirtió este martes que una segunda ola del coronavirus COVID-19 a fin de año sería más mortal para Estados Unidos.
“Existe la posibilidad de que el ataque del virus en nuestra nación el próximo invierno sea incluso más difícil que el que acabamos de atravesar”, dijo Redfield en entrevista con The Washington Post y explicó que la estimación se debe a que el brote de coronavirus coincidirá con la temporada de gripe.
Los efectos serían más devastadores que las 45 mil 42 muertes y 824 mil 889 casos de coronavirus registrados hasta este martes en Estados Unidos. En solo un día, el incremento fue de dos mil 734 muertes y 37 mil 921 casos nuevos; 10 mil más que los nuevos casos registrados el lunes.
Pese a los altos datos, Redfield aseguró que Estados Unidos se salvó de un brote de COVID-19 mucho peor porque éste golpeó a la nación cuando la gripe estacional ya estaba en declive.
De presentarse una segunda ola de COVID-19 que se sumara a la gripe, la situación presionaría el sistema de salud del país incluso más que en la época actual, que ya ha tenido episodios de escasez de respiradores, pruebas y equipos de protección personal.
El director de los CDC dijo que ante el complicado panorama, los funcionarios federales y de los estados deben aprovechar estos meses para ampliar la capacidad de pruebas y que el distanciamiento social debe continuar después de levantar restricciones.
Asimismo, Redfield llamó a los estadounidenses a mantenerse al día con las vacunas contra la gripe, pues eso podría permitir que “haya una cama de hospital disponible para su madre o abuela que pueda contraer coronavirus”.