Todo esto podrá parecer gracioso, pero el problema es el impacto que causan; la ignorancia se convierte en acto mortal.
‘memez’
1. s. f. Cualidad de memo; resulta evidente la memez de su enfermedad mental.
2. Acción o palabras faltas de inteligencia, discreción o sentido; tómate las cosas en serio y no digas más memeces; ha sido una memez que no aceptaras su oferta. Memada, simpleza
NOTA: En plural: memeces.
Gran Diccionario de la Lengua Española
Donald Trump
Trump mostró su supina ignorancia al proponer tomar y/o inyectarse desinfectante para curarse del contagio del COVID. Fue tal el impacto de su sandez que los mismos productores del antiséptico (Lysol) pidieron a la gente en sus redes sociales y por diversos medios que no fueran a seguir la idea del iletrado anaranjado.
Eso sí, al otro día, al verse abucheado, dijo que las personas no habían entendido que era una burla lo que él había dicho. ¿También lo de tomar luz ultravioleta para terminar con el virus?
Él, que tanto critica a los países musulmanes, ha querido llevar a un grado extremo lo que sucedió en Irán a finales de marzo. El desconocimiento atribuido a un bajísimo nivel de educación y el temor a lo desconocido mató a mil iraníes y mandó a cientos más al hospital. ¿La razón? Tomar metanol porque corrió el rumor de que eso mataría el virus…
Jair Bolsonaro
Está también el presidente de Brasil, quien de plano cuestiona la existencia del virus. Despidió a su ministro de Salud precisamente por tener fuertes diferencias de opinión con él en la materia. Si bien, quienes le conocen, dicen que la verdad es que no soportó que alguien brillara más que él en su gobierno.
Tal vez por eso dijo: “Está habiendo una histeria. Si la economía se hunde, se hunde Brasil (…) Si acaba la economía, se acaba cualquier gobierno. Acaba mi gobierno.” Bolsonaro no podía dejar de arriesgarse al mencionar: “Por mi histórico de atleta, en caso de que fuera contaminado por el virus, no tendría que preocuparme, no sentiría nada, como mucho una gripecita o un resfriadito“.
Nicolás Maduro
Twitter se vio obligado en borrar unos tuits de Maduro donde compartía remedios caseros para curar el COVID. También ha dicho que es un virus creado especialmente contra los latinos y los asiáticos.
Aljakszandr Rihoravics Lukasenka
Al otro lado del mundo, en Bielorrusia, su presidente Alexander Lukashenko se aventó a decir “que no había visto volando al virus”, así que era adecuado acudir a los partidos de hockey sobre hielo. “Los espectadores estarán bien porque el frío en el estadio evitará la propagación del Covid-19”.
Gobernantes locales
También hay memeces pronunciadas por líderes locales:
-Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, quien considera que “los pobres están inmunes al virus”, para después decir que “con un buen mole de guajolote a uno no le da coronavirus” y rematar con un “yo les propondría que quien tuvo coronavirus, con todas las restricciones continúe con los cuidados, su caldo de pollo, con su cebollita y su chile bien picoso y ajo”. ¿Será por eso que Puebla está entre los estados de la República con mayor número de contagios?
-Oppah Muchinguri, titular del ministerio de Defensa, prefirió manifestar de forma patente su estolidez en lugar de quedarse callada y que solo siguiera la duda. Así su frase fue: “el coronavirus es la obra de Dios para castigar a los países que nos han impuesto sanciones”. Lo cual conllevó al presidente del africano país a tener que relegar a su colega y mediar con las naciones que apoyan a su país.
-El clérigo chií iraquí Muqtada al-Sadr se aventó a decir: “Trump, tú y tus pares están acusados de propagar esta enfermedad. Especialmente porque la mayoría de quienes la padecen están en contra de Estados Unidos”. Suponemos que por esa razón tantos estadounidenses están sufriendo la enfermedad… aunque, hasta donde se sabe, ninguno de los contagiados “odian” a su país.
AMLO
Nuestro presidente no podía quedarse a la zaga. Desde el “detente” que sacó de su cartera, pasando por invitar a que “si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, pues sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes”. Luego, el “hay quien dice que no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada; así”. Hasta el “no hay problema de falta de presupuesto, tenemos recursos”. Por eso, ahora hasta sobran… ¿o no?
Por lo visto, eso de decir barbaridades —igual que el virus— no conoce fronteras. No importando la ideología, nacionalidad o situación, algunos de quienes llevan las riendas en su patria se dedican a soltar ocurrencias, así estas impacten negativamente. Y, al igual que las buenas prácticas se copian o se busca reproducirlas, pareciera que las memeces siguen el mismo rumbo.
Todo esto podrá parecer gracioso, pero el problema es el impacto que causan; la ignorancia se convierte en acto mortal. Así que, tristemente, podemos afirmar que, por lo que a insensateces se refiere, todos estos líderes y otros más no nos quedarán debiendo.