Andrés Manuel López Obrador hizo promesas durante su etapa como candidato en 2018. Una vez electo como presidente de la República, cambió el discurso o es contradictorio
Andrés Manuel López Obrador hizo promesas durante su etapa como candidato en 2018. Una vez electo como presidente de la República, se ha enfrentado a una realidad que, en algunas ocasiones, le hizo cambiar el discurso o ser contradictorio con sus propias palabras. Sin embargo, no ha renunciado a sus conferencias de prensa matutinas, porque mantiene los mensajes de un personaje “permanentemente en campaña”.
Lo que pasa es que exponerse todos los días a una conferencia de prensa es relevante, siempre y cuando sea capaz de condicionar la agenda mediática, que es la finalidad de sus conferencias. Pero cuando la sociedad y los medios tienen la posibilidad de poner otros temas y desplazar los temas, entonces tiene que ajustar y entra en el desgaste“, considera Gustavo López Montiel, profesor de Ciencia Política en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, región Ciudad de México.
El especialista señala que es normal que los políticos, cuando están en campaña, articulen discursos que, una vez en el poder, les es difícil cumplir, porque “hay estudios a nivel internacional que señalan que los candidatos sólo cumplen el 10% de lo prometido”.
“En el discurso, sigue en campaña permanente, busca su trascendencia en la historia, por eso dice que va a dar 4 informes y sigue las mañaneras. Lo que busca asegurar es que su imagen permanezca en el imaginario público”, explica López Montiel.
AMLO, promesas de candidato y realidades de presidente
En materia económica, durante uno de los debates presidenciales, el hoy mandatario dijo se comprometió a un crecimiento sostenido, “porque así se generaría empleos y bienestar”.
Más tarde, al inicio de su administración, López Obrador se comprometió a un crecimiento del 4%.
Sin embargo, una vez que el INEGIreportó en enero de este año que la economía se contrajo 0.1% en 2019, el tabasqueño aseguró que no le importaba mucho ese indicador, pues consideró que hay bienestar.
AMLO, también, ha sostenido que uno de los grandes problemas del país es la corrupción. Como candidato, señaló que es uno de los estigmas que han generado desigualdad y pobreza.
En las últimas semanas, el hoy presidente de México ha mantenido, muy a su estilo, el discurso del combate a la corrupción en las plazas que ha visitado.
Sin embargo, López Obrador aceptó en una de sus conferencias matutinas en Palacio Nacional que en los 3 niveles de gobierno se mantiene el estigma de la corrupción.
Una de las principales promesas de campaña fue la de vender el avión presidencial que compró Felipe Calderón para que lo usara su sucesor, Enrique Peña Nieto. En uno de los debates presidencial, el morenista reiteró ese compromiso.
Cumplir con lo prometido acerca del avión no ha sido posible para la actual administración, debido a que la aeronave, valuada en 130 millones de dólares, no ha encontrado un comprador. Por lo tanto, López Obrador ya anunció una rifa.
En cuanto a política exterior, AMLO candidato manifestó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le había faltado al respeto a México, por lo que se le haría entrar en razón.
Una vez en la silla presidencial, López Obrador ha suavizado el discurso hacia su homólogo estadounidense, luego de diversos debates en torno a la política migratoria entre ambos países. México, en el actual gobierno, ha enviado a la Guardia Nacional a tratar de evitar que aumente el flujo migratorio en la frontera sur.
A más de un año de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador ha tenido variaciones en su discurso. Se verá si en el resto de su administración puede cumplir con todos los compromisos que adquirió cuando era candidato presidencial.
Oposición, sin discurso, ni liderazgo ante AMLO
Pese a que ha tenido diversos golpes mediático en su administración, Andrés Manuel López Obrador mantiene un 67% de popularidad, de acuerdo con una encuesta de la agencia Enkoll. Parte de estos niveles alto de aprobación, se deben a que los opositores no han encontrado la manera de encontrar nuevos liderazgos o construir un discurso propio que contrarreste la figura presidencial.
Los adversarios del mandatario, como el expresidente Felipe Calderón, se limitan a contestar el discurso de la conferencia de prensa matutina.
“La oposición mexicana no ha articulado discurso ni liderazgos que compita con López Obrados, entonces la oposición no va a poder articular una oposición real al presidente”, apunta el catedrático del ITESM, Gustavo López Montiel,.
El especialista en temas políticos advierte que López Obrador “ha creado una base de apoyo electoral y política al que le llega su discurso. Es probable que con los feminicidios, cuando no es capaz de mantener la agenda, su popularidad baje; pero cuando lo logra hacer (imponer sus temas), la aprobación sube. Cuando tuvo el tema de la rifa, subió, pero con los medicamentos, bajó”, ejemplifica el experto.