La cárcel del condado de Cook en Chicago es la mayor fuente conocida de infecciones de COVID-19 en Estados Unidos, de acuerdo con una investigación de The New York Times. Se pueden identificar al menos 353 contagios de coronavirus en la cárcel, los cuales, hasta el momento, son más de los surgidos en los casos de brotes dentro del portaaviones USS Theodore y del hogar de adultos mayores, Life Care Center, en Washington. Según la investigación, el brote en la prisión de Cook comenzó el 23 de marzo, cuando dos personas privadas de la libertad dentro de la prisión enfermaron y fueron aisladas. En poco más de dos semanas, el coronavirus explotó. La oficina del alguacil del condado de Cook informó este miércoles que 238 reclusos y 115 custodios han dado positivo al COVID-19. Sin embargo, la cárcel ha reconocido que la mayoría de los cuatro mil 500 internos no han sido evaluados, por lo cual el problema es posiblemente mayor. Dentro de la cárcel, el alguacil Thomas J. Dart ha establecido un área de cuarentena para quienes dieron positivo u otra para observar a quienes tienen síntomas. Al menos 17 personas reclusas con cuadros graves de la enfermedad han sido enviadas a hospitales y un recluso ha muerto, aunque aún no se tiene veredicto forense sobre la causa oficial del deceso. Dart declaró que intentó detener la propagación al interior de la cárcel de Cook, al liberar a cientos de presos condenados por delitos menores o no violentos, como han hecho otras autoridades a lo largo del país, pero reconoció que fracasó en el intento de contener la enfermedad. La documentación realizada por el Times identifica al menos mil 324 casos de coronavirus en prisiones de Estados Unidos, así como un total de 32 muertes reportadas.