El hongo de la roya está dando los primeros síntomas de baja en la producción anual de café
Lo claro
La academia, como observadores analíticos, juega un papel preponderante en el análisis que los sectores productivos y gubernamentales demandan para sobresalir al embate de los efectos de la pandemia originada por el Covid-19.
De tal premisa, los expertos ecónomos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas realizaron la Conferencia Magistral “Recuperación económica en México”, con la finalidad de determinar desde la perspectiva de los especialistas, lo que reconocen participantes del ITESM, del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), entre otros, como las tres fases de recuperación de la economía y el desarrollo en nuestro país. Actuar rápido.
Identificando a la primera fase como la capacidad de respuesta de las personas y los gobiernos ante la irremediable llegada del virus a la población mexicana.
La segunda como aprender de la crisis y emerger; la tercera, prosperar.
Los indicadores que sugieren pronostican para México una perspectiva alentadora a 18 meses y un desarrollo potencial de 3 a 5 años.
Lo oscuro
Ya no somos la potencia mundial petrolera de antaño. Eso está claro.
Sin embargo, este mediano país de 120 millones de habitantes se distingue en el planeta y de potencias como China, India o Estados Unidos por su liderazgo económico en varios rubros que mueven al mundo.
La producción de motores para aeronaves, el ensamblaje automovilístico, la integración y reproducción de televisores de plasma, la fabricación de teléfonos celulares, la explotación de plata –metal precioso– y, entre otros más, el inundar los mercados consumidores junto a otras 9 potencias del sublime café.
México es líder en la producción de café orgánico y se sube al pódium de las demás líneas del grano aromático que mantiene despierto al planeta.
Pero…
Hoy quizá el principal detonador hacia la desaceleración es el Covid-19. No habría mucho qué decir.
Y México no sólo pierde sus medallas por los problemas sanitarios (sí, derivado de estos).
En referencia específica al café, recién arrancando el año (y poco antes de la llegada del huésped emanado del murciélago chino) a nuestro país arribaba también una plaga que mermaba la producción cafetalera. El hongo de la roya, que a través de Chiapas se diseminaba a los estados productores –Veracruz, Puebla, Chiapas, Guerrero y Oaxaca–, está dando los primeros síntomas de baja en su producción anual.
Puebla se situaba en el tercer sitio de mayores recaudadores de grano café.
Y la llegada del hongo, acompañada del virus y la indiferencia de las autoridades encargadas de acompañar a la agricultura –en los tres órdenes, municipal, estatal y federal– daban como consecuencia que solo en ese estado 70 mil hectáreas cultivables redujeran su productividad a la mitad.
En un principio lo enunciamos. La capacidad de respuesta ante la crisis por parte de los involucrados y aprender de la misma para reactivar la economía, es esencial.
Pero no es tarea exclusiva de los productores.
Las autoridades elegidas llevan implícita esa función al ser seleccionadas para gobernar.
Generar condiciones y apoyos que permitan continuar produciendo a los que arriesgan capital.
No hablamos de color ni de orden político. Es imperativo que toda autoridad inmiscuida haga su parte.
Recién cerró sus puertas también un ingenio azucarero en el norte del país, derivado de la indiferencia, de la poca preocupación por establecer precios de referencia y otra larga lista de desapegos burocráticos respecto de la verdadera vida económica del país.
Quizá deberían entender con mayor presteza que si existe menos producción, habrá no solo desabasto y desempleo, sino menor recaudación, menos recursos para entregar en programas y, por supuesto… menos sueldo para ellos.
Colofón
Por antonomasia, México se preocupa por estar en el medallero mundial. Lo conseguimos… tercer lugar en Covid-19.
alejandrodeanda@hotmail.com