Autoridades ucranianas determinaron reabrir el acceso a la zona pese a los recientes incendios y la persistente pandemia.
México.- El servicio de prensa de la Agencia Estatal para la Gestión de la Zona de Exclusión (DAZV, por sus siglas en ucraniano), informó este 29 de mayo que a pesar de la actual pandemia, se volvió a autorizar el acceso a turistas en la zona de exclusión de la antigua central nuclear de Chernóbil, bajo estrictos controles sanitarios.
Luego de que la zona permaneció cerrada debido a la Emergencia Sanitaria por el coronavirus Covid-19, se informó que se reabrirá la región para recibir a los turistas, quienes al visitarla deberán cumplir con un conjunto de estrictas normas sanitarias.
Las condiciones obligatorias para acceder a la zona de exclusión son la medición de temperatura antes de abordar el autobús y después en el puesto de control Dityatki, así como el uso de mascarillas o respiradores, guantes desechables y geles antisépticos para las manos, además del distanciamiento social.
En caso de que alguna persona presente una temperatura corporal que sea superior a los 37,2 grados, o tenga síntomas de enfermedades respiratorias, no podrá acceder a la zona, en tanto que si durante el control de temperatura se detecta a alguien que no cumpla las condiciones de admisión, se prohibirá la entrada de todo el grupo.
Además, mientras dure la cuarentena “flexible” anunciada por las autoridades ucranianas, solo se abrirá una ruta de las 21 aprobadas, que partirá del poblado Zalesie e incluye las ciudades de Chernóbil y Pripiat, la instalación Chernobil-2, el poblado de Kopachi y el mirador de la antigua central nuclear.
Cabe recordar que el mes pasado, se registraron importantes incendios forestales en las inmediaciones del reactor central de la planta nuclear, por lo cual se reportó que se corría el riesgo de que los niveles de radiación comenzaran a aumentar a grado peligrosos.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) señaló que si bien sí se habían registrado índices más altos por la quema de prados, pastos y rastrojos, los incrementos en la radiación debido a la liberación de radionucleidos del suelo, había sido menor.
Pese a ello, sí se presentaron importantes afectaciones en la zona, pues habitantes de Lychmany, perdieron casi la totalidad de sus propiedades, además de que debido a las condiciones secas que persisten, no se descarta la posibilidad de un nuevo incendio.