Desde hace dos semanas, unas se autoaislaron para no contagiar a los integrantes de sus familias
En el Hospital Juárez de México, de la Secretaría de Salud federal, el personal médico y enfermeras esperan preparado y equipado, la llegada de más pacientes con coronavirus.
La principal preocupación es mi hija, no contagiar a mi hija. Tengo a mis papás, que son personas mayores. Simplemente tenemos que estar aquí, tenemos que enfrentar el día a día, a pesar de lo que nos duela”, dijo Sandra Salas, jefa de Terapia Intensiva COVID-19 del Hospital Juárez.
Desde hace dos semanas, cuando el Hospital Juárez, al norte de la Ciudad de México, comenzó a recibir pacientes con COVID-19, Sandra se autoaisló de su familia. A ella se le asignó coordinar terapia intensiva. En ese momento, dice, se sintió sobrepasada, se concentra en garantizar que no falten insumos para afectados y personal y en reestructurar los espacios que se destinan a cuidados intensivos.
Y la gran mayoría viene en condiciones graves extremas, donde el paciente se encuentra inconsciente, entubado”, explicó Salas.
Ahora no hay horario de regreso a casa, en Ecatepec, a dónde se traslada en transporte público. Enfrenta el desafío escribiendo con música. Ella y 200 enfermeras, de mil 500 en el Juárez, se ocupan de las áreas reorganizadas: urgencias, hospitalización y terapia intensiva.
No debemos bajar la guardia porque sabemos que el riesgo es latente”, refirió Martín Antonio Manríquez, director del Hospital Juárez de México.
Lo hemos vivido pues a prisa, con jornadas de verdad largas de trabajo. Nosotros decimos que estamos empezando”, insistió Blanca Cervantes, jefa de Enfermería del Hospital Juárez de México.
Para las áreas se eligió y capacitó a personal con buen estado de salud. A enfermeras mayores las retiraron. Si la condición de los pacientes que llegan a urgencias no es de riesgo, se les regresa a casa. De lo contrario se les proporciona oxígeno, se les efectúa la prueba y se les envía a la Ruta COVID: hospitalización o cuidado intensivo, dependiendo de la gravedad.
Para no contagiarse, las enfermeras usan traje quirúrgico o el especial en terapia intensiva, mascarilla n95 y googles. Antes de ingresar a las áreas, se colocan los trajes previa desinfección. Tras salir, los retiran con extrema precaución, los desechan y toman un baño . La mayoría usa transporte público por lo que en casa, desinfectan el calzado y toman otra ducha. El lavado de manos es todo el tiempo.
En casa se tienen que extremar las medidas, porque nosotros somos la fuente de contagio para ellos. Siempre debemos estar alertas” agregó Silvia Olguín, jefa Urgencias.
Por ahora, los insumos son suficientes.
Actualmente estamos cubiertos en cuanto a los recursos, pero no sabemos qué viene. Si esto se desborda, bueno, requeriremos más recursos humanos para trabajar”, dijo el director Martín Antonio Manríquez.
En el hospital se destinaron 40 de 391 camas para pacientes con COVD-19. Actualmente hay 28 en tratamiento, 15 entubados, uno murió el viernes y seis han sido dados de alta.
Hasta que termine la contingencia aquí vamos a estar y dando todo. Hay miedo porque también somos seres humanos”, relató Lourdes”.
En tanto, Sandra Salas, jefa de Terapia Intensiva reiteró que ha habido manifestaciones de llanto, de coraje, a lo mejor de enojo.
¿Qué espero de aquí? ¿La verdad? Salir viva, ¿qué espero como segundo término? Que la gente que amo y mi familia salgan vivas”, concluyó.
Con información de Guillermo Rivera y Julián López