Según diversos estudios, la realidad que enfrentan los universitarios cuando ingresan al mercado laboral es de obtener bajos salarios.
El panorama para quienes tienen estudios universitarios luce desalentador, según diversos estudios que ha sido publicados, durante los últimos meses.
Bajos salarios, incluso peores que los ingresos de vendedores ambulantes, escasas oportunidades y mejores opciones en la economía informal son algunas de las problemáticas que tienen los titulados, una vez que ingresan al mercado laboral.
Apenas la semana anterior, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE)informó que el 50% de los jóvenes egresados de las universidades en México trabaja en un empleo para el que no se requieren estudios superiores.
Además, el Secretario General de la OCDE, José Ángel Gurría agregó que el 25% de los universitarios se emplea en la economía informal, pese a que las empresas registran dificultades para cubrir las vacantes.
Los egresados y titulados que logran colocarse en alguna industria, los sueldos que pueden alcanzar son de 13,812 en promedio, de acuerdo con el estudio “Tendencias del Empleo Profesional”, elaborado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Incluso, el 38% de los universitarios obtiene, al mes, 6,000 pesos.PUBLICIDAD
Esa cifra contrasta con los 15,000 pesos que percibe un vendedor ambulante en los alrededores del Palacio Nacional, de acuerdo con los registros del Observatorio Laboral del cuarto trimestre de 2018.
Con base a informes de la OCDE, presentados en la Universidad Nacional Autónoma de México, Gurría Treviño dijo que “en nuestro país los beneficios potenciales de la educación superior todavía son limitados. Sigue habiendo un grado importante de frustración tanto de los egresados como de los empleadores”.
Igualmente, recalcó la necesidad de que la educación superior responda a los requerimientos futuros del mercado laboral, pues las nuevas tecnologías están modificando los empleos.
“Para equipar a los jóvenes con esas habilidades, se recomienda una alineación del sistema de educación superior con el mercado laboral, pues la elección de carrera muchas veces no se vincula a la demanda actual o futura”, resaltó.