El nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, piensa impulsar la venta al extranjero de la planta de cáñamo.
Uruguay, el primer país en regular totalmente la marihuana, planea exportar durante los próximos meses 50 toneladas de la planta de cáñamo, variedad de cannabis de usos industriales con menos del 1 por ciento del componente psicoactivo de la hierba.
Fue en diciembre de 2017 cuando el país Sudamericano despenalizó tanto el cultivo particular para uso recreativo como un sistema controlado por el Estado para la producción y venta de de cannabis en farmacias.
Pese a ello, hasta julio pasado no había cruzado las fronteras más que un kilo de flores de manera experimental.
Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay que asumió el puesto en marzo pasado, piensa cambiar dicha situación mediante decreto.
Actualmente existen casi 50 empresas dedicadas al cáñamo en Uruguay, muchas de ellas se especializan en cosechar sus flores, bajas en tetrahidrocannabinol (THC) —el componente psicoactivo del cannabis— y altas en Cannabidiol (CBD), una molécula catalogada como no psicoactiva, que tiene alta demanda en países como Estados Unidos, Canadá, Suiza y Reino Unido, donde se usa con fines medicinales, entre otros.
Al no ser variedades psicoactivas como la marihuana, las flores pueden cruzar las fronteras del mundo legalmente en los países que autorizan su consumo o industrialización.
En julio, la empresa Cplant, que se está convirtiendo en líder en el mercado del CBD en Uruguay, envió media tonelada de sus flores a Suiza tras un trabajo conjunto con autoridades locales, suizas y alemanas, en una primera exportación transatlántica piloto. En septiembre esta firma tiene previsto importar 14 toneladas.
Sergio Vázquez, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), informó a la agencia AP que el gobierno uruguayo planea impulsar ese mercado en los próximos meses:
“Estimamos que a fin de año todas las empresas exportarán de 50 a 60 toneladas”
Lucas Crivilone, fundador de Cplant, considera que no sólo Uruguay sino toda Latinoamérica debería aprovechar que puede producir cannabis más barato que el resto del mundo, para convertirse en líderes del mercado.