Empeora el caso de Renato Ibarra. El futbolista ecuatoriano fue trasladado este sábado al Reclusorio Norte al no recibir el perdón de su pareja sentimental, Lucely Chalá, quien lo acusa de haberla golpeado, situación que fue tipificada por el Juzgado Cívico de Tlalpan como “Violencia familiar y lesiones”.
Renato fue trasladado pasadas las 18 horas, cuando salió esposado del MP de Tlalpan junto a los otros detenidos. El todavía futbolista del América lució cabizbajo cuando abandonó el Ministerio Público y lo metieron en una camioneta para su traslado.
De acuerdo con información de El Universal, luego de tomar las declaraciones de ambas partes y al no haber llegado a un acuerdo, al futbolista se le acabó el tiempo en el Juzgado Cívico por lo que su traslado, junto con el de los demás involucrados se realizó la tarde de este sábado para seguir con las investigaciones.
SI ES CULPABLE, SE VA DEL AMÉRICA
Por su parte, MARCA Claro pudo saber que el América mantiene la postura que fijó en días pasados, en la que menciona que si Renato Ibarra resulta culpable, el jugador estaría fuera del conjunto de Coapa.
¿Qué hizo Renato Ibarra?
La noche del jueves 5 de marzo se dio a conocer que Renato Ibarra tuvo una discusión con su pareja, Lucely Chalá (embarazada de 10 semanas), quien acusa al jugador de haberla golpeado, tanto a ella, como a su hermana Karen Chalá.
Debido a ésto, la Fiscalía de la CDMX abrió una carpeta de investigación a Renato Ibarra, quien se quedó en el Juzgado Cívico de Tlalpan las 48 horas que estipula la ley en busca de que su pareja le concediera el perdón. Sin embargo, al no llegar a un acuerdo, el jugador será trasladado al Reclusorio Norte.
ASÍ LO EXPLICÓ EL SUEGRO DE RENATO
Cléber Chalá, suegro de Renato Ibarra, explicó lo que pasó la noche del jueves entre su hija y el futbolista del América:
“¿Cómo puede pegarle a una mujer embarazada? Lucely tiene 10 semanas de gestación. Le pegaron también a mí otra hija, Karen. Lucely ha estado con ese embarazo complicado y entonces mi hija mayor se fue a México a cuidarla dos semanas hasta que pasara el riesgo y ahí han estado las dos. Llegó Renato, abrió la puerta para que entraran a pegarles. Llevaba a cuatro hombres y mis pobres dos hijas ¿qué iban a hacer ante todos ellos? Tengo una impotencia grande, no se vale. Le hago una videollamada a mi hija Lucely y dice que les pegaron. Renato estaba en la puerta y seguía peleando con mi hija, eso no me lo contó nadie, lo vi yo. Ahí le dije que se metiera con un hombre, que agradeciera que yo no estaba allá. Me desafió y me dijo: ‘cuando quieras. Voy a pedir permiso al América para irme a Ecuador y allá nos vemos las caras’. Y de lo que le estaba pegando a mis hijas se reía haciéndome burla”, explicó para Record.
“Todo es por el cochino dinero; el papá (de Renato) piensa que todas las mujeres que se le acercan es por dinero. Renato está lavado del cerebro por el papá, es el promotor de todo. (Renato) ya se siente acorralado, sabe que se equivocó, pensó que con el dinero que tiene puede hacer lo que le da la gana. Cree que con el dinero soluciona todo el daño que hace”.